La excelencia técnica se une a la tradición en nuestra ya clásica cata de pinchos de Navidad, un encuentro para agradecer el talento que impulsa nuestros algoritmos.
En Sensebit, sabemos que la verdadera innovación tecnológica en el sector alimentario no solo reside en el código, sino en la capacidad de traducir sensaciones humanas en datos precisos. Por eso, la semana pasada hicimos una pausa en nuestra actividad de consultoría y desarrollo para rendir homenaje a quienes hacen esto posible: nuestro equipazo de panel entrenado.
El factor humano detrás del dato
Más allá de los gráficos de araña y los análisis de perfil sensorial, existen paladares expertos capaces de detectar matices que la tecnología aún está aprendiendo a procesar. Nuestro panel no es solo un grupo de profesionales; es el motor de precisión que garantiza que los productos de nuestros clientes alcancen la excelencia en el mercado.
En esta ocasión, el reto fue puramente lúdico pero no menos exigente: una cata especial de pinchos de Navidad. Fue un privilegio ver cómo esos mismos criterios de rigor que aplican en el laboratorio se transformaban en sonrisas y brindis al compartir los sabores de la temporada.
Un brindis por un 2026 lleno de retos
Este encuentro no fue solo una celebración, sino un momento para reflexionar sobre un año donde la IA y el análisis sensorial han caminado de la mano. Estamos convencidos de que rodearnos de los mejores talentos y cuidar la cultura de equipo es la única vía para seguir ofreciendo soluciones disruptivas.
«Celebrar el talento es la mejor forma de innovar», comentaba nuestro equipo durante el brindis. Con la energía renovada y el paladar satisfecho, encaramos el cierre de año con la vista puesta en las sorpresas que traerá el 2026.
Gracias a cada uno de nuestros panelistas por su rigor, su pasión y por ayudarnos a saborear el futuro hoy mismo.



